La movilidad no es solo una cuestión de transporte, sino un tema social; por eso, para innovar debemos observar la sociedad en su conjunto. Instituto para la Ciudad en Movimiento: investigaciones y acciones internacionales, soluciones innovadoras, intercambio de conocimientos.

Ciudad legible

CIUDAD LEGIBLE – La crónica del Proyecto

Como un componente del derecho a la movilidad en la ciudad, está el derecho a la información sobre el sistema de transporte. La información permite que el sistema sea comprendido por los ciudadanos. Para el Instituto Ciudad en Movimiento (IVM), desde sus inicios, 13 años atrás, éste es un tema central. La primera experiencia innovadora, surgida desde el IVM en Francia, fue desarrollar un atlas del transporte público para los no videntes en el Metro de París, en asociación con la RATP (Consorcio de Transporte de la Región Metropolitana de París). El IVM en América Latina estudió y resignificó esta experiencia.

Mientras que en París y buena parte de las ciudades del hemisferio Norte existe una empresa pública integrada a cargo del transporte público metropolitano, en las grandes urbes de América Latina suele existir un conjunto de concesiones privadas bajo la supervisión de diferentes jurisdicciones públicas. Así, el desafío de ofrecer información de calidad como parte del servicio público es mayor. Las redes son complejas, con prestadores muy variados, en un contexto donde quienes son usuarios frecuentes cuentan con alguna información, pero suele ser insuficiente y propia de cada línea o modo.

Ciudades con demandas crecientes de los usuarios de transporte, con un mayor turismo, con congestión creciente y reformas en los sistemas de transporte, como la incorporación de sistemas del tipo BRT o Metrobús, marcan una necesidad indiscutible de contar con información de calidad en cada momento de nuestros desplazamientos. A su vez, la revolución digital y una comunidad de diseño particularmente dinámica y creativa, ofrecen la posibilidad de brindar mejores desarrollos como producto de la colaboración entre prestadores, usuarios, autoridades públicas y profesionales de diferentes disciplinas.

Ciudad Legible en Buenos Aires

En este contexto, se comenzó un proyecto de investigación aplicada para el contexto latinoamericano. Se invitó al arquitecto Horacio Aiello, profesor de Creación Asistida por el Ordenador (CAO), de la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Buenos Aires a participar de esta reflexión y colaborando en la coordinacióndel proyecto. Desde el inicio fue asistido en distintas etapas por Thomas Massin, graduado de Sciences Po con orientación en urbanismo en París y Nicole Rosner, quien colaboró en el Instituto a través del DRCLAS (Rockefeller Center for Latin American Studies), quienes hicieron encuestas, colaboraron en el estudio de antecedentes internacionales, en la forma en que la gente se informa para viajar, en el estudio de las guías comerciales, en el propio diseño de algunos desarrollos y en el seguimiento inicial. A esta tarea se sumó posteriormente Daniela Natale, asistente en el curso de ciudad y movilidad en la Universidad Nacional de General Sarmiento. Andrea Gutiérrez, profesora de Geografía en la Universidad de Buenos Aires y Malena Reyes, en ese momento su colaboradora, aportaron también otra dimensión.

Así, el Instituto fue sumando un cuerpo de antecedentes de cómo las grandes ciudades fueron asumiendo el desafío de la representación cartográfica, la diferencia entre la información topológica y topográfica, la revolución cognitiva de Harry Beck en Londres, la relación con los estudios de Kevin Lynch en La Imagen de la Ciudad, la idea de los hitos y monumentos, etc. Paralemente, se comenzó con un primer intento de estudiar la información en las paradas de colectivos con el gobierno de la ciudad y se avanzó con una prueba piloto desarrollando un primer avance en el interior de los colectivos.

 

Herry Back

Herry Beck, el diseñador que creo el iconico mapa del subte de Londres

Kevin Lynch

Esquema de la propuesta de legibilidad urbana de Lynch

Una premisa inicial, planteada por Horacio Aiello, fue que la representación del conjunto del sistema de lineas de colectivo tenía tal complejidad y densidad de información que convenía comenzar por una línea o un corredor. La idea fue comenzar a desarrollar un protocolo, en el doble sentido del término: como pasos de un ensayo científico que pudiera ser replicado en otras circunstancias y como metáfora del protocolo de Internet, que permite que una parte de un sistema pueda hablarse con otra. De ese modo, se eligió una línea con características de innovación y predisposición para participar de un proyecto demostrador, la 132, que va de Retiro al Cementerio de Flores, pasando por dos grandes centros de intercambio intermodal, como las estaciones terminales de Retiro y Once, entre otros puntos neurálgicos. Allí, con información aportada por los prestadores, se contó con la calle y la altura exacta de cada una de las paradas, los principales puntos de interés y referencias a lo largo del recorrido.

Una nueva representación del recorrido

El primer ensayo contenía las premisas básicas de un modelo que fue incorporando mejoras en desarrollos posteriores. Representar el recorrido de los colectivos representaba en si un primer desafío. Se optó por una representación en forma rectificada pero con un conjunto de curvas o nodos que permite asociar lo que se ve por la ventana y se registra en el movimiento con un plano dentro del colectivo, mientras que las alturas de las paradas, las calles transversales y los principales hitos van brindando referencias. Este primer desarrollo se instaló en los colectivos a través de una colaboración con un proveedor tradicional que venía trabajando con la línea 132.

A esa primer experiencia se le incorporó una triple evaluación: la de los usuarios a través de una encuesta, quienes manifestaron tanto su aprecio por el intento de ofrecer información como parte del servicio público, la de los prestadores y la de los profesionales del diseño, como González Ruiz, Hugo Kogan y Ronald Shakespear, quienes aportaron sus reflexiones de diferentes modos. De hecho, un paper especialmentedesarrollado por Shakespear ofrecióuna reflexión desde su experiencia

Con este antecedente, se comenzó una segunda experiencia en la línea 12, asociada al destino final cerca del Centro Metropolitano del Diseño, que invitó por otra parte al IVM a participar activamente del Festival Internacional de Diseño en sus dos últimas ediciones. A esta altura, las autoridades fueron abriendo camino de diferentes maneras. La CNRT, a través del área de información en el interior de los vehículos convalidó la autorización e invitó a seguir la iniciativa en otras líneas. A su vez, el Gobierno de la Ciudad, a través de la subsecretaria de transporte, propuso una colaboración del Instituto en la articulación entre el gobierno de la ciudad y el gobierno nacional en estos temas.

Montaje-1 propuesta-hitos-lineales

Sobre esta base, se extendió la experiencia a la línea 34 de Metrobus, que ya sumaba otras innovaciones. Para esta nueva experiencia, en el marco de una colaboración más formal entre el Instituto y el área de movilidad sustentable del gobierno de la ciudad, a cargo de la Lic. Paula Bisiau Directora General de la Mobilidad Sutentable , quien coordinara un equipo jóvenes diseñadores encabezados por Juan y Ramiro Cavia con el asesoramiento por parte del IVM para la aplicación del Protocolo representado por el arquitecto Horacio Aiello. En esta etapa se fueron aplicando nuevas modalidades a la aplicación del protocolo, se aumentó el intercambio internacional, en particular con el aporte de Joaquim Redig, especialista en diseño y profesor de la Pontificia Universidad Católica de Río de Janeiro, en una fertilización cruzada entre el protocolo y la representación iconográfica que había investigado bajo el título Río Identidade, Marcel Smets, presidente del Consejo Científico del IVM  con una serie de conferencias en la Universidad Mackenzie de San Pablo y en el propio Centro Metropolitano de Diseño de Buenos Aires y Georges Amar, ex director de prospectiva de la RATP.

Otras ciudades latinoamericanas participaron de estos intercambios de diferente modo. Con la autoridad metropolitana de Salta se firmó un convenio, aunque todavía no pasó a una instancia operativa. Con la Prefeitura de Porto Alegre, a través de GAD design se realizó un conjunto de talleres sobre la representación de la Ciudad junto a las autoridades. Con el departamento de ingeniería de la Pontificia Universidad Católica del Perú se hizo un pequeño estudio de los desafíos de información del sistema de transporte Metropolitano (en particular en la línea de BRT con ese nombre). Y, a través del centro Ciudad y Movilidad, en la Facultad de Arquitectura y Diseño de la Universidad Católica de Chile, se abrió un pequeño intercambio con el área de información del Transantiago, que viene trabajando con distintos profesionales en estos temas. El Laboratorio Bogotá, de la Facultad de Arquitectura de Los Andes, ha manifestado también su interés. La ya mencionada Facultad de Arquitectura de la Universidad Mackenzie ha organizado un seminario específico sobre el tema, con el Instituto, representantes de la comunidad académica, la prefectura, el metro y otros profesionales.

Ciudad Legible en el Metrobús y en el subte

Pero el paso más avanzando del proyecto ha sido impulsado por el estudio de los centros de intercambio en Buenos Aires, el sistema de información en los subtes (SBASE ya venía desarrollando información de calidad sobre la red con un proyecto del estudio Shakespear, muy abierto a la investigación sobre la información intermodal) que fueron traspasados recientemente del gobierno nacional al gobierno de la ciudad, y el nuevo Metrobús, que realizó una serie de cambios de recorrido y un nuevo diseño de paradas. Bajo la dirección de de la Subsecretaria de Transporte del Gobierno de la Ciudad, y con la colaboración del IVM, el equipo de Horacio Aiello y de los hermanos Juan y Ramiro Cavia (colaboradores del gobierno y fundadores, junto a otros socios, del joven estudio Garibaldi) desarrollaron un nuevo sistema de información para los usuarios bajo las premisas del Proyecto Ciudad Legible. Asimismo, en esta etapa se ha incorporado una encuesta diseñada por Sebastián Anapolsky, actualmente adjunto a las actividades de coordinación latinoamericana, y realizada por un grupo de estudiantes y asistentes de la materia Ciudad y Movilidad del Instituto del Conurbano de la Universidad Nacional General Sarmiento. La idea es presentar los resultados a un conjunto de interlocutores para mejorar progresivamente los resultados de este proyecto.

Metrobus_Panel subte Saenz Peña Salidas subte Combinaciones LineaA

Un tema clave es considerar a la información como parte del servicio y no como una excusa para conseguir publicidad ni desarrollar una prestación comercial. En los desarrollos realizados por el IVM no hay patentes ni derechos de autor, salvo un registro genérico on line en Creative Commons para que pueda ser utilizado y mejorado por quien lo desee. Desde el punto de vista de la innovación, se utilizan herramientas que ya existen pero que pueden ser mejoradas. Pero existen también elementos que no existen en ningún otro lado, como la forma de integración entre elementos de representación topológica (con abstrascción de las distancias y escalas) e iconografía, las formas de colaboración entre múltiples actores, la forma de integrar la devolución de los usuarios, los soportes y, progresivamente, en nuevas aplicaciones digitales.

Desde el punto de vista del Instituto, es importante integrar el proyecto Ciudad Legible con otros proyectos referidos a la calidad urbana de las calles, como el que actualmente se desarrolla en colaboración con UN Habitat. Finalmente, a través del intercambio con profesionales que investigan estos temas en distintas ciudades, esta innovación que avanza en el seno de las transformaciones porteñas, en pleno debate público sobre los desafíos de la movilidad, tiene elementos para ofrecer aun en ciudades con mucha tradición de información, como lo plantea Marcel Smets en Leuven, Bélgica.

En síntesis, se aspira a aportar en un campo de innovación en varios planos: la cuestión cognitiva de integración y representación de la información, los soportes en distintos lugares para los distintos momentos de cada viaje y la articulación entre un conjunto de actores que intervienen en la regulación y prestación de los servicios. Así como las interfases, tales como el mouse y la metáfora de las ventanas cambiaron radicalmente nuestra relación con las computadoras, una pequeña revolución en la información puede cambiar nuestra relación con los sistemas de desplazamiento en las ciudades, muchas veces pensados desde la administración que regula o desde el prestador y no desde los usuarios.